... y no te digo ná.... Hace unos años veía esto y me echaba a reir y lo que son las cosas de la vida. Me he tirado cinco horas sobre la bicicleta subiendo y bajando sendas y trialeras en tan sólo 35 kilómetros con más de 1.500 metros de desnivel. Paradas las justas y con mi Giant no había piedra que se resistiese ni escalón que saltar, ni subiendo ni bajando.
Eso sí, también he tenido que hacer paradas obligadas pues a lo lejos se veían las montañas toledanas, abulenses y la gran ciudad de Madrid a la que he dedicado unos cuantos retratos fotográficos.
Comienza otra manera de disfrutar de la bicicleta... de montaña... Tela marinera.
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