jueves, 13 de septiembre de 2018

¿QUÉ ES UNA BICICLETA ELÉCTRICA? PARTE SEGUNDA

Ya hemos situado con la parte primera el asunto, ahora toca tratar el meollo, la chicha, la pomada, el tema, vamos a ello pues.

Resulta que la bicicleta eléctrica tiene un motor y una batería, le puedes sumar más cosas en plan accesorio, pero esas dos cosas son fundamentales y si falta una... pues que no tienes bicicleta eléctrica.

El motor es un motor eléctrico que transforma la energía eléctrica en energía cinemática y todo ello con el máximo rendimiento sin que se pierda mucho porcentaje en la transformación, entregándose gran parte del potencial de la batería. De esta manera, el motor debe ser ligero, sus componentes deben evitar el excesivo rozamiento pues son de tipo mecánicos y la transmisión al eje pedalier debe ser eficiente. No se lo digas a nadie pero siempre hemos aspirado al movimiento infinito y a los campos mágnéticos, pero esto no es el tren bala japonés.

Existen muchas marcas de motores y cada uno tiene sus virtudes y sus defectos. Respecto a ello existen comparativas y análisis. Esto es como los turismos, que cada cual elija su motor y luego la bicicleta, cuidado que eso puede ser un camino de dos sentidos... pues eliges motor y bicicleta o bicicleta o motor. Parece absurdo, pero ninguna marca que yo sepa hasta ahora, ofrece distintos tipos de motor.

Respecto a la batería, ese bloque que antes era un mazacote y ahora se integra en el cuadro, es un espacio que alberga un montón de pilas, como las que colocábamos a los walkman o el mando de la tele y apretadas se conectan a una placa electrónica. Por lo visto, el número de baterías multiplicado por los amperios, más o menos, da un numero mágico de 300, 460, 504, 660, 700 y quien sabe hasta donde llegará. De momento, los 500 es lo normal y se están imponiendo los 700.  Algún día llegarán los 1000.

Motor y batería a día de hoy son casi un dogma intocable, pero cuando finalicen garantías y el mercado avance, tendremos tenderos de barrio y amigos que nos arreglarán motores y baterías como cuando llevamos la bicicleta para cambiar el núcleo o el eje pedalier, tiempo al tiempo....

Del resto de componentes, todo dependerá del uso de la bicicleta que le demos, de manera que no será lo mismo rodar que subir y bajar trialeras, pasear que ir de viaje. De esta manera existe un dogma importante, no superar los 25km/h en España y eso nos dice y ofrece límites lógicos. Como ejemplo de ello diré que mi TURBO LEVO doble es intratable en lugares complicados y con pendiente, pero presa fácil en terreno rodador.

Los pesos bajarán pero de momento lo que hay es lo que tenemos y eso hace que tengamos que cambiar hábitos y costumbres en muchas cosas; colgar la bicicleta, meterla en el coche, empujarla en cuesta o al contrario, bajar con seguridad y aplomo. Al final bajarán de peso, pero igual que pasa con las atmosféricas, menos peso, más dinero.

Aquí termina la segunda parte, si os gusta, tendremos una tercera parte.


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