sábado, 4 de agosto de 2012

EL COMERCIAL, EL VIAJANTE Y EL ARRIERO. ARRIEROS SOMOS...

Gran mañana de bicicleta en la que Juan Tomás, Ronal y el que suscribe han podido departir temas variados de los que destaco las diferencias establecidas entre términos relativos al comercio.
De esta manera y sin atender al significados de la R.A.E., hemos determinado que el comercial es una persona que trabaja en el sector de los servicios y su objetivo es la venta de productos. Normalmente, el comercial se dedica a la venta de un producto o una línea de productos de un mismo fabricante.
El viajante, es un termino y persona que con el que nos retrotraemos a nuestra infancia cuando veíamos a esas personas con sus maletas, bolsones y similares a bordo de un turismo o incluso autobús de línea. La venta de productos se circunscribe a varios fabricantes y el objeto de su servicio puede ser variopinto. 
El viajante se identifica en su comercio con la carretera que recorre en una jornada de días o semanas, con la casa a cuestas y con un modo de vida peculiar, hoy aquí, mañana allá,  vendedor, psicólogo, amigo y tantas cosas que atender al término de viajante. Señal inconfundible de su trabajo, el coche con el que viaja que según coste y gama bien pudiese ser señal de identidad y carta de presentación.
Finalmente el arriero... "Arrieros somos y en el camino nos veremos". Figura arcaica y origen de los tiempos del viajante y posterior comercial, aunque más identificada por el transportista de los efectos a lomos de mulas a las que estimulaba en su andar con palabras como "arre" de donde proviene el término. El arriero bien pudiera ser esa persona que es parte del camino y que con el mismo ve pasar el tiempo. Caminos sin prisa, transitados con reposo en ventas y lugares donde el reposo y yantar puntual o despacho de su mercancía hacían que la vía de comunicación parte indispensable del comercio y conocimiento.













Ruta en su gran mayoría rodadora por pistas, caminos, algo de campo a través, entre encinas, sembrados y un interesante bosque en los aledaños de la Finca del Dehesón.
Comienza con un repechón que sube a la iglesia de el Jardín y continúa con una subida en pendiente hasta la antena repetidora, cuidado con la piedra suelta que busca pongamos pié en tierra. 
Luego y por senda tenemos bajada hasta el café de la mañana junto a la carretera y subida larga para buscar los llanos de sembrados y carrascas que finalmente nos subirán a Pradorredondo.
Después, seguiremos subiendo para llegar a los pinares de Lezuza y rápida bajada en toboganes de pista hasta el pueblo. 
Descansaremos por pista asfaltada para buscar caminos y algo de monte a través entre sabinas más salto de una valla, que nos llevarán a la Laguna de Villaverde y un nacimiento de agua que nos ha mostrado Ronal donde poder rellenar nestros "pellejos de polímeros".
Finalmente buscaremos la vía verde y el frescor de los túneles para terminar nuestra ruta con viandas y bebercios variados de la mano de la buena gente de LA MIEL a los que conocemos gracias a Ronal.

2 comentarios:

Rafaloy dijo...

Que pena Alex volví a barcelona el día 31 sino a esta me hubiera apuntado. Espero que el año que viene pueda compartir alguna salida con vosotros UN SALUDO

50KM dijo...

Rafaloy, ya será el próximo año, gracias a Dios tenemos años por delante, hipotecas y salud. Nos vemos, compañero.