Luego llegó el GPS y las rutas que colgaba un tal “Rutadura” y poco a poco se fueron haciendo. Con la llegada del Circuito BTT y las sendas que ofrecía, las rutas se iban modificando poco a poco y la cosa mejoraba año tras año.
El lugar de ubicación del coche era al otro lado del Restaurante, la gasolinera, donde poder degustar previa ruta sus deliciosos crosissants con un buen café con leche.
A Caudete se acudía atravesando montes y luego se haría haciendo sendas, primero con las que se encontraban y luego con las que ofrecía el circuito y Rutadura, las rutas eran cada vez más duras pero gratificantes y buenas.
Descubrimos un buen lugar en Caudete donde repostar a mitad de ruta, el Lengüetero; almuerzos y bocadillos insuperables. Era el lugar donde incluso hacíamos parada en nuestras largas tiradas de Albacete hasta Alicante.
Ahora, y con las últimas modificaciones realizadas y las aportaciones imprescindibles realizadas por el señor Rutadura, el trayecto queda demoledor. Sendas limpias, rápidas, paisajes entretenidos y una gran mañana de bicicleta con la que poder descubrir o redescubrir grandes lugares.
Agua en Caudete, el resto con lo que llevemos.
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