Y en grandes rutas, pues grandes amigos. En un gran día de bicicleta con un rutón por delante tienes que llevar buenas alforjas y compañeros de caminos... de sendas, de monte a través, de lo que caiga y de buen yantar.
Y claro, da igual lo dura que sea la ruta pues hasta subiendo lo imposible tenemos chascarrillos que contar y buenos momentos que recordar. Vamos haciendo camino y mientras pasamos, lo hacemos sabiendo que un buen recuerdo dejaremos.
Que no somos nada es cierto pero que somos los mejores, eso no lo dudamos. Estamos dispuestos a cualquier cosa y sabemos que nada malo nos pasará mientras la vida se nos va con cada momento que disfrutamos.
Un saludo, amigos.
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